domingo, 15 de junio de 2008

La máquina del tiempo

¿Qué es la expectativa? Es esperanza de que algo pase. La probabilidad de que algo nos defraude es directamente proporcinal a las expectativas que tenemos, y esto es así en todos los aspectos de la vida, mientras más alto construimos esa escalera de subjetividad, basada en la razonable posibilidad de que algo nos deje la mandíbula por el piso o el entrecejo fruncido,peor puede ser la caída.
Llegué de San Petersburgo a las 5:30, la terminal abría a las 6, tenía dos posibilidades quedarme sentado en la puerta con -20º esperando que abra y dormir ahí hasta las 8 y salir con menos frio, más luz, un mapa y plata a buscar un lugar donde quedarme, opción 2 buscar un hostel abierto a las 5:30. La primera temporada de A Prueba de Todo me enseñó que no era conveniente quedarse sentando con el culo en la nieve 1/2 hora, así que cargué la mochila y salí. El hombre es un animal social, un animal de costumbres, autodomesticado que concedió libertad por protección, que reprime los impulsos e instintos,que afloran en algunas situaciones, y mi instinto me guió para donde creí que era el centro, como un bicho sigue la luz y se pega al televisor, yo seguí las luces y fui pasando de las casas bajas de los suburbios a los edificios de cristal y acero, signo del progreso de una Nación, que en los últimos 100 años pasó de provincia del Imperio Ruso a país independiente, República de la Unión Soviética, país independiente y ahora miembro de la Unión Europea. 1 hora más tarde llegué al Viejo Centro histórico y como un borracho busca su casa, sabiendo que está cerca pero no donde, yo buscaba mi hostel comparando los carteles con impronunciables nombres de las calles y la dirección escrita en tinta negra sobre una servilleta. Cerca de las 7 estaba metido en la cama, para levantarme 1 hora más tarde.
Pasar de la cama al 1300 es un shock bastante grande. Sentir la nieve en la cara, mientras las botas marchan firmes por las viejas calles adoquinadas rodeadas de murallas que encierran castillos, el olor del vino caliente y las almendras al tostarse ,el martillo del herrero moldeando el acero sonando al unísono con el canto gregoriano a capella que festeja la navidad ortodoxa, los personajes saludando a los turistas vestidos en sus trajes típicos, impregnan el ambiente y los sentidos de un aura medieval. Esas murallas que hace décadas no dejaban ingresar lo foráneo, lo forastero, hoy no deja salir lo propio, esa esencia que lo hace ser lo que y y poder trasladar a alguien en el tiempo y atrapó a Tallin en un burbuja.
Desde la entrada de Estonia a la UE, Tallin cambió más en los últimos 5 años que en los 100 anteriores.
El centro histórico de Tallin, la Raekoja Plats es una reseña medieval y tomó importancia desde el siglo XI y es dominada por el Ayuntamiento, que ha sido testigo del ajetreado mercado y las más desopilantes actividades sociales por más de 700 años, aún hoy sigue siendo el edificio más representativo de Estonia. Desde 1530 en la cima de la torre contó con una veleta de un guerrero estonio, conocido como el Viejo Thomas, el modelo fue un campesino, que se destacó en un concurso de tiro al blanco con flechas ígneas organizado por la elite báltica de la época, debido a su pobre estatus social de nacimiento, no pudo recibir el premio, pero Thomas fue recompensado, con el trabajo de guardia del pueblo de por vida, para luego ser inmortalizado en bronce y vigilar a Tallin y sus ciudadanos. Durante los Bombardeos de Marzo, de la Segunda Guerra Mundial, la veleta fue destruida, para instalar una copia en 1952, una tercera se hizo hace poco más de una década para poder atesorar la anterior en el Museo de la ciudad.
Al norte de la plaza está Raepteek, una institución de la vieja Tallin, la farmacia o apotecario, que se honra de tener el título de la más antigua de Europa, siempre ocupando el mismo lugar desde hace 6 siglos. Entre las curiosidades que se vendieron a lo largo de su historia las más remarcables fueron una especie de licor de momia, pociones hechas de polvo de abejas, erizos, murciélagos, piel de serpiente hasta se mencionaba polvo de cuerno de unicornio. Su popularidad hizo que vendiera distintas bebidas alcohólicas, aún se recuerda con cariño cuando llegó el primer permiso para importar 400 litros de coñac francés, también vendía papel, pólvora, antorchas, comida y cuando el tabaco fue introducido en Europa, esta farmacia fue una de las primeras en poder distribuirlo.

En su historia Tallin contó con una fuerte influencia escandinava, debido a la conquista danesa de 1219. Como muestra está se construyó la Iglesia San Olaf, la leyenda cuenta que su constructor cayó de la la torre y cuando su cuerpo golpeó el suelo de su boca salieron una serpiente y un sapo. Llegó a ser el edificio más alto del mundo, y rompiendo con la lógica (además de con el propio edificio) fue golpeada 8 veces por un rayo, mientras que en la época de los soviéticos se la utilizó como torre de radio. En la ciudad también encontramos otras iglesias muy interesantes, como lo son la Catedral de Santa María y la Iglesia de San Nicolás, todas ellas luteranas. Mientras que por el otro lado el legado de los zares rusos, dejó una marca en la ciudad, en el clásico estilo ruso y una de las iglesias ortodoxas más impresionantes, un racconto de lo que había vivido en Rusia pero el preludio de lo que no volvería a ver, fue saber que mi paso por Rusia ya había acabado.
La Catedral Alexander Nevski fue hecha en honor al patrono del mismo nombre, por su victoria en la batalla del Lago Peipus. Fue construida en la cima de la colina de Toompea, donde el épico Kalevipoeg fue enterrado.
Al frente está el Castillo de Toompea, que fue construido de madera cuando corría el S.X, por los residentes del antiguo país de Rävala, y se cree que fue la primer area habitada de lo que sería Tallin. Luego fue tomado por los daneses, en una cruzada encargada por el Papa, que fue conocida como la batalla de Lyndanisse, en la que los daneses se encontraban en una situación apremiante a punto de caer y lo que cayó del cielo fue la Dannenbrog (bandera de Dinamarca), renovando sus esperanzas e impulsándolos a la senda de la victoria. Actualmente se le han hecho modificaciones, que cambiaron en parte su aspecto medieval, por un barroco pintado de rosa que albergar el Riigikogu, que es el parlamente de Estonia. Es emocionante ver como se iza la bandera cada mañana para ser retirada al ocaso, mientras se entonan las estrofas del himno nacional.


Con Tallin hicimos un intercambio, un pacto, yo me quedé con una parte de ella y una parte mía quedó allá, porque la ciudad más grande es la que mis pasos crean al caminar.