miércoles, 10 de febrero de 2010

Viajeros del Sudeste Asíatico (Nota revista El Sureño)

A simple vista parecen más adolescentes que jóvenes, sin embargo sólo pasan unos minutos para percibir que estos veinteañeros son hombres de mundo y uno no puede ser más literal cuando tiene que describir las experiencias de vida que han afrontado cuando decidieron embarcarse hacia las rutas del sudeste asiático.

Miguel Solaro (21) y Matías Otero (21) se conocieron en el colegio San Ignacio, desde hace más de 8 años son amigos en las buenas y en las malas, han compartido mucho más que gratos momentos, fueron compañeros de ruta y sienten que se seguirán eligiendo para desentrañar nuevos caminos y culturas.

A final del 2008 Miguel y Matías tomaron sus grandes mochilas, sus organigramas y con todas las vacunas puestas contra la fiebre tifoidea, la fiebre amarilla y las pastillas contra la malaria partieron rumbo a Australia y Nueva Zelanda para luego recorrer, según sus propias palabras, la parte más importante del viaje que fue el Sudeste Asiático, tocando los puntos de Singapur, Malasia, Laos, Camboya, Tailandia, Vietnam y Hong Kong.

Cuando tomaron la decisión de viajar juntos tenían claro que la decisión se basaba en el conocimiento que cada uno tenía de otro, así lo manifiesta Miguel “no es facil convivir y viajar durante tres meses, estás continuamente en contacto con diferentes culturas e idiomas y es necesario que la persona con la que emprendés el viaje tenga las mismas expectativas”.

Matías cuenta que el viaje comenzó como una charla en donde se planteó las ganas de hacerlo juntos ya que por distintas razones antes lo habían pospuesto, “yo quería ir a Australia, y Nueva Zelanda, pero Miguel me decía que fuéramos a Asia. Así nos pusimos a ver lo que se podía hacer, los tiempos en cada lugar porque si bien tres meses es mucho tiempo, uno siempre quiere abarcar lo más posible y para ello teníamos que hacer un buen trabajo de logística para conectar con los vuelos y de ese modo ganar tiempo”.

Matías y Miguel tuvieron claro desde un primer momento que eran viajeros, su presupuesto a diario variaba entre 14 a 16 dólares, dinero con el que se movilizaban, comían y realizaban las distintas excursiones. Siempre se hospedaron en hostels, salvo en los países más pobres donde los costos de los hoteles eran muy baratos como para optar por los mismos.

¿Cuál fue la experiencia más fuerte que les tocó vivir en el conocimiento de culturas diferentes como las de Asia?

Matías: Fue muy fuerte conocer un campo de concentración en Camboya el S-21 que funcionó durante el régimen de Pol Pot, y en ese lugar mataron a miles de personas. Uno percibe el odio de la gente hacia Pol Pot, a quien le decían el “hermano número uno”, básicamente porque murió sin ser juzgado.
Me impactó ver una cruz hecha con más de 9 mil cráneos. En ese campo de concentración la gente fue enterrada viva, entonces caminás y ves los pedazos de ropa que sobresalen de la tierra, absolutamente terribe.

Miguel: Como experiencia difícil fue cuando hicimos un trekking en el norte de Tailandia a la tribus de esa zona y tuvimos que dormir en unas chozas con remera y shorts, mientras hacía 4 grados bajo cero. Todos pasamos una noche terrible, nadie durmió, pero todos creíamos que los otros lo estaban haciendo, por eso no dijimos nada.

Matías: Sin embargo valió la pena porque anduvimos en elefante en la selva y estuvo muy bueno.

¿Qué dificultades se les presentaron con el idioma?

Matías: Nos comunicamos con el inglés y en donde no era muy turístico con señas, pero como la gente vive mucho del turismo siempre encontrábamos la forma de comunicarnos.

Miguel: Nos ha pasado de tener que elegir a ojo en un menú, porque no sabíamos que era y de acuerdo a la cara que nos ponían los mozos comíamos uno u otro plato, por lo general siempre había arroz o fideos asiáticos.

¿Se adaptaron a las comidas de cada lugar?

Matías: Comíamos en los puestos callejeros unos crepes con leche condensada y chocolate que eran muy ricos, había muchas frutas y también probamos cosas raras como cucarachas, sapos, ratas, culos de pollo.
Probamos todo, había cosas que nos gustaron, los bichos fueron una sorpresa muy grata, gusanos, libélulas, había de todos los tamaños, empezamos con los bichos más chiquitos, eran crocantes, y el sabor se lo daba la salsita

De los distintos lugares que conocieron, ¿qué sensaciones les quedaron plasmadas en la mente?

Miguel: Para mí el lugar más colorido fue Bangkok que es la ciudad más fuerte desde lo sensorial, los olores, los colores, la gente, el smog, todo es impactante. Llama la atención la gran cantidad de prostitución que hay en sus calles y como se informa al turista para que lo denuncie.
También conocimos las Torres Petronas, diseñadas por el argentino César Pelli, y subimos hasta el piso 88 donde está el puente, y es gratificante ver una obra tan impactante, hecha tan lejos por un compatriota.

Matías: Ko Phi Phii, en Tailandia, donde se hizo la película “La Playa” con Leonardo Di Caprio

Miguel: Es el paraíso encontrado, pero demasiado hecho para el turista. Es muy lindo naturalmente, pero está demasiado explotado y no tienen controles reales para proteger a esa isla.
No se percibe que haya mucho cuidado del medio ambiente, Tailandia es terrible a nivel contaminación y en Vietnam el comunismo hizo desastre con la gran cantidad de fábricas, recién ahora están tratando de revertir la situación.


¿Se perciben las huellas de las guerras que han sufrido los países que recorrieron?


Matías: Totalmente y en donde más se nota es en Vietnam. Fuimos a los túneles de Cu Chi de Ho Chi Minh que era donde peleaban los vietnamitas, allí te muestran las trampas que eran para cazar que adaptaron para la guerra, nosotros entramos con el cuerpo a tierra y es increíble porque ellos vivían allí dentro. La mentalidad de ellos era que ganaban la guerra o morían allí. También fuimos a ver el mausoleo de Ho Chi Minh, cuya imagen se ve en todas partes, porque al ser un país comunista es muy diferente e impactante la propaganda que se utiliza.

¿Cómo es el asiático con el latino?

Miguel: Ellos son mucho más cerrados, pero muy amables, están siempre dispuestos a ayudarte, es la tierra de la sonrisas, aún cuando son países muy pobres, siempre tienen una actitud positiva.
En Laos estábamos recorríamos en moto un pueblo del norte (Luam Nam Tha), en una zona de asentamientos tribales y pasamos por un casamiento, en un momento vemos que nos hacían señas, nos invitaban a compartir con ellos la ceremonia y la verdad es que nos brindaron todo, comida y bebidas para que nos sintiéramos cómodos.

¿Cuál es el mayor aprendizaje que les dio este viaje?

Miguel: Este tipo de culturas antiguas te pone en contacto con la paciencia, viajando por esas zonas uno se da cuenta que es un arte la paciencia y aprendimos a no alterarnos y a aceptar lo que nos tocaba.

Matías: El adaptarse, el conocer culturas diferentes fue muy productivo.

Matías y Miguel, son jóvenes particulares, viajeros de pura cepa que entienden claramente que para conocer el mundo es necesario sumergirse en cada cultura, comer los platos típicos, hablar con su gente, abrir la mente a captar la esencia de cada pueblo, sin juzgarla y adaptándose a las mismas para sentirlas en carne propia.

Ciudadanos del mundo, podríamos definirlos, aventureros, grandes soñadores, Miguel y Matías ya piensan en próximos destinos fuera de los itinerarios turísticos, buscando la alquimia secreta de los lugares menos conocidos que tanto tienen para experimentar y para enseñar…

sábado, 4 de julio de 2009

Un día con Włodzimierz Lubański

Mi nombre es el del título, nací en 1913 en Varsovia, Polonia. Desde entonces el Mundo ha visto mucho, la mayoría son cosas malas y es de eso de lo que quisiera hablarles.
Después de los horrores de la Primera Guerra Mundial y una vez con el tratado de Versalles firmado, cuando todo el mundo quedó “cicho” nosotros seguimos peleando, en el 19 con los checoslovacos, en el 20 en la guerra Polaco-Lituana y ese mismo año expulsamos a los soviéticos de las puertas de la ciudad. Sinceramente, recuerdo poco de aquello. Luego vino la calma, como una rayo de sol que se filtra entre las nubes después de la tormenta, un momento en el que nos olvidamos de los problemas y todos levantamos la mirada para que nos dé de lleno en la cara. Pero este haz de luz vaticinaba la tempestad que iba a golpear nuestra puerta casi una década más tarde. Esta historia termina un 22 de Agosto de 1939.
día más tarde, la Alemania Nazi y la Unión Soviética firma el pacto de no agresión Ribbentrop-Mólotov, donde secretamente acuerdan el desmembramiento de Polonia en zonas de control para cada bando. El 1ro de septiembre Hitler envía sus tropas a Polonia. Papá era un hombre frío, hoy después de varios años creo que la guerra nos une en sentimiento colectivo, la masificación de emociones, la fuerza de un pueblo empujando para un mismo lado por adhesión o aversión (que es peor y más fuerte), pero nos aísla como personas, el miedo nos hace construir una fortaleza, impenetrable , donde no podemos ser heridos, y ese día no fue la excepción, desde la sala oí sus pasos apurados sobre la calle, cuando quise reaccionar, ya estaba sobre mi, jadeante tras el esfuerzo y entremezclado con un suspiro dijo : “Spokój Włodzimierz, hitlerowców synowie kurwa”, todavía escucho retumbar sus palabras en mi cabeza, “Vamos Włodzimierz, los nazis hijos de puta”.
Como estaba salí disparado, reinaba el caos, los alemanas habían lanzado un ataque blitzkrieg, caminé por aquellas calles que conocía de memoria, como sabiendo que desde aquel día, todo iba a ser distinto, subí por la Nowy Swiat, donde vi la Iglesia de la Sagrada Cruz y recordé cuando solía pasea con mi matka, diciendo que había sido construida en el S. XV, y que desde 1882 albergaba el corazón de Frédéric Chopin, el hombre que puso a nuestro país en boca de todos, como el resto de la ciudad, fue severamente dañada , pero volvió a su antiguo esplendor, como lo está haciendo Varsovia. El sonido de los bombardeos era ensordecedor, lo que hizo que apretara las manos y guiara mis pasos a la barbacana, el conjunto histórico de fortificaciones de la ciudad, que nos protegía desde 1500 con sus gruesos muros de ladrillo, unidos uno a uno en estilo renacentista, creyendo que podríamos hacer frente a los panzers alemanes que destruian todo a su paso, por un momento sentí como mi vida se desmoronaba junto a los muros a mi alrededor, y el salado sudor de mi frente, mezclado de sangre de mis amigos y escombros de las construcciones que había admirado se fundió con mis lágrimas para emprender un viaje al suelo de lo que había sido mi ciudad y la de otros 120.000 ciudadanos de origen judío que tomaron batalla como parte del ejército polaco.
Entre los 33.000 muerto y los 60.000 prisioneros estaba papá, nunca más volví a oir hablar de el.
Luego de la ocupación de Varsovia, los nazis comenzaron a idear planes para aislarnos, les llevó más de un año la creación del Gueto , donde casi 400.000 judíos fuimos apiñadas de un total de más 1.300.000 ciudadanos con los que contaba la ciudad, en un territorio correspondiente al 2,5% de la superficie.
Las condiciones de vida eran totalmente inhumanas, éramos obligados a usar un brazalete con la estrella de David y las jornadas de trabajo forzado eran interminables, como cuando en el invierno del 40’ cuando construimos un muro que cercara la ciudad, tenía 18 kilómetros de largo y tres metros de altura, todo por una ración de café negro y una rodaja de pan y volver a sumirnos en la pestilencia del hacinamiento, de morir de fiebre tifoidea, de un disparo de un soldado alemán que nos usaba de blanco, de inanición o simplemente, comprobar que se puede morir de tristeza, cuando vemos que un niño inocente es separado de sus padres que son llevados a un campo de concentración.Matka se suicidó una mañana de otoño, ese día el sol brillaba en toda Europa, pero los días felices habían quedado atrás, pensé que le hubiera gustado estar sentada viendo caer las hojas en el parque Ujazdowski. "No puedo soportar más todo esto. Mi acto mostrará a todos que es lo correcto a hacer" había sentenciado el jefe del Consejo Judío, los suicidios se habían vuelto una salida común ante la situación reinante, y debo admitir que el filo de mi hoja de afeitar coqueteo más de una vez con mi garganta.
En julio de 1942 comenzó la Gran acción de realojamiento, donde se nos informó que seríamos “relocalizados en el Este”. Mi turno llegó a fines de ese mismo año, recuerdo el viaje, en un vagón repleto de gente, muchos eran judíos procedentes de Hungría, que hacía 3 días habían salido de Budapest y no habían sido alimentado, el hedor de cientos de personas encerradas me golpéo como un martillazo, ante mi impulso de retroceder, sentí un par de manos firmes de un oficial de la SS que me empujaba por la espalda violentamente dentro del compartimiento, cayendo sobre una niña de aspecto raquítico que moriría pocas horas después. Sentado codo a codo, en un rincón, tratando de estar lo más lejos posibles de la montaña de excremento que se acumulaba, vi voltear a un hombre de unos 35 años, cuyos cabellos ralos que cubrían solo los costados de su cabeza, dejando la frente descubierta, que en un suspiro y una mueca de dolor que dejaba ver dentadura perfecta que parecía pertenecer a otro rostro y no a aquel del hombre abatido que me hablaba con la mirada fija en el piso que aquel lugar donde íbamos “es una isla muerta. El hombre no viene allí para vivir, sino para, tarde o temprano, encontrar su muerte. Allí no hay espacio para la vida. Es una residencia de la muerte...” La muerte lo encontró aquella misma tarde, cuando bajamos , entre el mar de oficiales vestidos de verde-gris sobresalía uno, pulcramente peinado, que ordenó que formáramos una fila. Quedé detrás de Gradowski, que temblaba enfermizamente mientras se acercaba a quienes los conocidos llamaban Beppo, los judíos “el angel de la muerte” y sus subordinados Dr. Mengele, cuyo largo y delicado dedo índice, tras mirarnos rápidamente señalaba nuestro destino apuntando a la derecha o a la izquierda.El dedo de Mengele voló a la derecha cuando fue el turno de Gradowski que se juntó con la mayoría de ancianos y niños que se allí estaban, cuando lo vio partir noté como sonreía mostrando uno notorio espacio entre sus dientes frontales . Por mi parte sentí la fría y perfumada mano del doctor que me agarraba por debajo del mentón, moviendo mi cabeza para ambos lados y con una inclinación de su cabeza me indicó que fuera a la izquierda. Independientemente de si estábamos a la derecha o a la izquierda, todas nuestras esperanzas, nuestros sueños, se desvanecían allí, junto a esa vía.
La fila se movía rápidamente, una vez que todos habíamos sido seleccionados, el Doctor ordenó tirar los niños, cuyas madres hubieran muerto, a los hornos de la lavandería, a modo de combustible. Y salió con paso resuelto.
Fuimos conducidos a los golpes hasta Auschwitz I, crucé el umbral y pude leer “Arbeit macht frei”, “el trabajo os hará libres” y allí sentí que comenzaba el principio del fin de mi propia historia, tras cruzar esa puerta, que separaba la vida de la muerte, la libertad de la esclavitud, en ese campo de la muerte, en el que minuto a minuto, hora a hora, semana a semana, la vida perdía la pulseada contra su acérrima enemiga.
Sabría después, que Gradowski fue obligado a desvestirse, y encerrado junto a los otros prisioneros para tomar un baño y un tratamiento desinfectante.
El miró ansiosamente la tubería, esperando el agua, pero por las mirillas se ventilación filtraron el agente Zyklon B y después de 25 minutos, cuando no hubo más actividad arrastraron el cuerpo inerte de Gradowski, donde fue sometido a la revisión final, en el que los arreglos de oro de su prolija dentadura fueron extraidos, junto con el anillo de compromiso que guardaba de su esposa, muerta meses atrás en el gueto. Su cabello, fue a para a una empresa textil regenteada por la SS, recientemente pruebas químicas demostraron que las alfombras producidas por esta empresa, contenian restos de Zyklon B, lo que prueba el uso del cabello de las víctimas en la fabricación. Uno de los niños del campo, corrió alegremente a su madre y le dijo “Matka jest naśnieżanie” , ella le respondió con una sonrisa “¡Ryszard no nieva en primavera!”, sentí como mi estómago se contraía cuando ví la columna de humo negro elevarse del crematorio y las cenizas a cubrirme el rostro. En las noches podía ver como las paredes de la habitación se cerraban sobre mi mismo, oprimiendo, compungiendo mi corazón, porque sabía que antes del primer rayo de luz, vendría otra jornada de trabajo, la muerte de otro amigo, otro hermano, otro padre, otro hijo, la vida era algo efímero, pero me aferraba a ella con todas mis fuerzas. Aunque no dependía de nosotros… En las literas de 3 pisos, donde cabían 2 personas dormíamos 8, en los pisos inferiores, el barro, el frio, las ratas y la mierda, si la mierda de los de arriba que se filtraba por las maltrechas tablas, hacían de la noche la peor de las torturas y sabíamos que no habría nada bueno bajo un nuevo sol.
La vida se las ingeniaba para seguir, pero la mano de hierro del nazismo de encargaba de exterminarla. Pola era una joven de Zakopane, que llevaba casi 11 meses en Auschwitz, desde hacía 4 ya era visible su embarazo, fruto de una violación por parte de un oficial de la SS (que de acuerdo a lo que logró leer en su uniforme era el general Rauff) por lo que se ganó el afecto de todos. El día que Pola dio a luz, asistida por una joven, que había sido enfermera en Gdnask tuvimos la visita del Dr. Mengele, junto a un colega al que le repetía " Cuando nace un niño judío no sé qué hacer con él: no puedo dejar al bebé en libertad, pues no existen los judíos libres; no puedo permitirles que vivan en el campamento, pues no contamos con las instalaciones que permitan su normal desarrollo; no sería humanitario enviarlo a los hornos sin permitir que la madre estuviera allí para presenciar su muerte. Por eso, envío juntos a la madre y a la criatura." Pola murió abrazada a su bebé y profiriendo un grito tan desgarrador que aún me despierta en medio de las noches cuando lo recuerdo.
El 27 de enero de 1945, el ejército soviético ingresó a Auschwitz y liberó a 7000 personas entre los que me encontraba yo, que estaba con un estado de salud muy deteriorado y fui abandonado para morir ahí, mientras la SS huía.
Nuestra comunidad fue la que más sufrió durante la guerra con más de 6 millones de muertos, en Auschwitz solamente perdieron la vida 1,5 millones.

Varsovia estaba en ruinas, pero la reconstruimos meticulosamente, la Ciudad Vieja, que es la zona en donde se había escrito toda nuestra historia, fue levantada usando los materiales originales, elementos decorativos, ladrillos, todo de los escombros, para levantarla milímetro a milímetro, exactamente igual a como la habían conocido nuestros abuelos, como la vimos caer nosotros, como la verían nuestros hijos
El Castillo Real, aquél sueño rojo, con su elegante torre en el medio, sede de las oficinas del rey desde 1619 reducido a grises montones de piedras, todavía humeantes y la Columna de Segismundo, con la figura del rey a más de 20 metros de altura, observando, vigilando su ciudad desde 1644, también demolida por los nazis.La reconstrucción llevó muchos años, mucho esfuerzo, y hoy Varsovia brilla más que nunca, pero la herida aún no cierra, generaciones perdidas, un dolor imposible de medir, la página más negra que escribió el hombre en su historia, que no debe ser olvidada NUNCA, para que nadie tenga que vuelva vivir el infierno al que nos desterraro


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Este link es de el Album de Auschwitz, una serie de fotos impresionantes
http://www1.yadvashem.org/exhibitions/album_auschwitz/index.html

jueves, 11 de diciembre de 2008

La ciudad del Gran Duque

Camino despacio, por la nieve recién caída con la cabeza enterrada en mi mapa de Vilna, sigo por la calle Bazilijonų Gatvė antes de llegar a la esquina espero cruzarme con las Puertas de Dawn, símbolo del lugar y entrada por la puerta grande a la ciudad vieja, pero no veo nada. Probablemente un error en la escala, por lo que sigo adelante, pero un cartel me indica que ahora estoy sobre la Daukšos Gatvė y vuelvo sobre mis pasos.
Camino, miro el mapa, camino y vuelvo a mirar, no está. Le pregunto a un hombre que vendía chucherías en la calle sobre las Aušros Vartai (Puertas de Dawn en Lituano), en los ojos claros del tipo leí la pregunta “¿Sos imbécil vos?“ mientras el giraba su cabeza sobre su hombre y señalaba para atrás. Será que esperaba algo imponente que el pequeño arco hecho como fortificación en el 1500 me pasó desapercibido (tengo que admitir que el lado de la ciudad vieja es bastante más interesante), es la única que queda en pié de las 9 que daban acceso a la ciudad.


Cuenta la leyenda, que Gendiminas, uno de los grandes duques del país, cazaba en el valle sagrado de Šventaragis. Cuando se durmió, en sus agitados sueños vio a un lobo gigante de hierro, cuyo aullido de más de 100 lobos hizo estremecer todo el valle.
Cuando el Gran Duque despertó, acudió al sabio Lizdeika, para que interpretara su sueño. Este en un estado de trance le dijo que el lobo representaba un castillo invencible y que el era el encargado de fundar la ciudad que sería la capital del reino de Lituania, que sería el hogar de su fundador y el aullido, el eco de su gloria se oiría en todo el Mundo. La llamó Vilna, por el río Vilnia que cruza el valle.

Y entré al laberinto de serpentenates calles adoquinadas, que suben y bajan. Rodeada de montañas, la ciudad de las 1000 iglesias, en donde levantando la vista podemos ver las numerosas cúpulas alzarse al cielo como un aullido.

Como la iglesia de Santa Anna, contruida en gótico flamígero.La imaginación lleva a la abstracción, en este caso puedo ver en la fachada las llamas perpetradas en la eternidad por lo ladrillos. La abstracción a la creatividad, que llevo a Benedikt Rejt de la inspiración en el fuego al proyecto de la iglesia. La creatividad al arte, ya que el templo es una pequeña obra de arte y el arte a la imaginación, porque contemplando la fría piedra flamígera podemos evocar no solo lo que representa una iglesia sino lo que el artista quiso plasmar en ella como guiados por las palabras de Lizdeika. Napoleon quedó tan enamorado que dijo que la llevaría hasta París “En la palma de su mano“. Su diseño fue hecho en base a las Columnas de Gendiminas y gracias a Dios, que sigue en Vilna

Hoy en día queda poco del castillo que prosperó de los S.X al XVIII, que sufrió muchos ataques desde entonces, pero nunca pudo ser tomado hasta 1655, pero llevó a que sufriera importantes daños, por lo que perdió su importancia y fue paulatinamente abandonado y durante el régimen zarista gran parte fue demolido. Hoy solo queda la Torre de Gendiminas, erguida sobre el punto más alto de la ciudad, y es como si aún hoy pudiéramos ver al Gran Duque, caminando noblemente entre las almenas, vigilando y luchando por la prosperidad de su gente.

La historia de la ciudad está muy ligada a Catedral, ya que todos los soberanos desde Vytautas, fueron coronados entre sus paredes. Fue mandada a construir por orden del Rey Mindaugas, que fue el primero en abrazar el cristianismo. La torre del campanario está separada de la iglesia, algo común solo en Italia, por lo que me llama la atención (aparte de los diferentes estilos en que está construida), por lo que decido preguntar dentro de la Catedral y dicen que originalmente se creía que fue hecha había una torre medieval perteneciente al castillo.

Me desperté en el medio de la noche por un aullido, un aullido metálico que hizo eco en mi, pero afuera el reinaba el más absoluto silencio. Supe desde ese momento que Vilna me había cambiado.

martes, 12 de agosto de 2008

La estrella del Báltico

Y un velo de oscuridad se cernió sobre la ciudad,sumiendola en la negrura de la noche cuando eran solo las 5 de la tarde, dando paso a las luces que la vistieron con un congelado encanto mágico.
Llegué a la ciudad cuando quedaba una hora de luz, buscar el hostel y acomodarme, hubiera dado paso a la noche, por lo que preferí salir a caminar con la mochila, para ver como las sombras se apoderaban del cielo y ver los delicados copos de nive cayendo armoniosamente sobre la fria piedra de los edificios históricos y sobre los gorros de piel de los locales, que emprendían el apresurado regreso a sus casas, me daban una sensación de calidez, en un lugar con -10º, solo y a 15.000 km de casa

Los historiadores, creen que el génesis de Riga se da con la llegada de los mercaderes alemanes, mercenarios y religiosos a mediados del S.XII por la importancia del mercado y para poder convertir a la población local al cristianismo.El color de su bandera, simboliza a un solado muerto en batalla por un golpe en la cabeza, que fue cubierto por un manto blanco, pero la sangre se filtró por los costados.
Empiezo hablando de la luz y la religión, porque lo primero que vi de Riga, fue la Catedral, que brillaba en un tono amarillento entre las luces mortecinas de las casas aledañas. Construida inicialmente en el S.XII ha tenido muchos face lifts, pero su última reconstrucción date de 1776, en la que alcanzó los 90m. En su interior alberga unas tumbas, que fueron culpadas de causar una epidemia de cólera que arrasó con un tercio de la población en 1709. Pero lo más impresionante es el órgano de tubos que tiene 4 teclados manuales, y 6718 tubos.

Muy cerca se encuentra la Casa del Gato, que fue nombrada así después de que dos gatos negros posaran sobre su techo, el dueño de la casa decidió colocar la imagen de dos gatos, en el mismo lugar.Tiempo después fue expulsado del gremio de los mercaderes, por lo que le decidió cambiar de lugar los gatos, para que apuntaran sus colaseal edificio del Gremio, situado al frente, lo que llevó a una pequeña batalla legar, que hizo que volvieran a su posición original y el dueño fue readmitido en el Gremio.
El edificio que más me gustó de Riga, fue la Casa de los Cabezasnegras (Melngalvju nams en letón), a pesar de no ser el original, bombardeado por los nazis en 1941, y los restos reducios a escombros por los soviéticos en 1948. La restauración actual tomó parte por la conmemoración del aniversario 800 de la ciudad. La estructura altamente ornamentada, fue creada por mercaderes solteros, de distintos pueblos de los bálticos, y en la entrada se puede ver una estatua de San Rolando, como símbolo de la justicia y la libertad. Su estatua original, de madera, servía como blanco movil en los concursos de tiro, debido a las "lesiones" decidieron cambiarla por la actual versión de piedra en 1896. El punto donde termina su espada es el centro de donde se empiezan a contar todas las distancias en Riga y Letonia.
Shakespeare dijo "El mundo es un escenario, y todos los hombres y mujeres son meros actores", y en la plaza Rätslaukums, acaparando las mirdas de propios y extraños, con sus formas bien marcadas vestidas en rojo, y con detalles dorados, como el cabellos de una mujer letona, brillaba sobre el plomizo cielo invernal la Casa de los Cabezasnegras.

El Museo de la Ocupación letona es uno de los mejores que haya visto, la ventaja de algo especializado en un tema y en una época es que nos permite sentirnos en ese momento, es muy dificil mimetizarse con la cultura griega, cuando a través de la puerta podemos ver la sala egipcia. Empezó siendo el museo de los Tiradores de Rifle, y fue abierto para el centésimo aniversario del cumpleaños de Lenin, sirvió como Propaganda comunista, especialmente para educar e inictar en los jóvenes el espíritu del partido, en 1990 se cerró y volvió a abrirse en el 93' bajo el actual nombre,y tratando sobre la inavasión de las tropas soviéticas en la Segunda Guerra Mundial. Me acuerdo que el museo estaba casi vacio, me ofrecieron un tour, que lo daba un jovén guía local, que hablaba inglés con un acento raro, el tour era para mi y un tipo noruego de unos 60 años, convengamos que el báltico no atrae muchos turistas en invierno, este último con una voz finita no se cansaba de elogiar a los letones y a los argentinos, diciendo que ambos eran muy simpáticos, después del 3er o 4to halago, empecé a mirarme de manera cómlice con el guía, que también se reía de los avances frustrados del colorado hombre nórdico, el súmmum fue su invitación para ambos con una cerveza, el guía argumentó que le quedaban un par de horas de trabajo, yo de manera poco creible, que no me gustaba la cerveza (que es cierto), por lo que tuve que decir también que tenía pocos días en Riga, que quería aprovecharlos (que también era cierto).

El símbolo más moderno de Riga es el Monumento de la Libertad, inagurado en 1935, por la primer independencia de Letonia, la proyecto para su creación era "brilla como una estrella". Cuando en Letonia se anexó a la Unión Soviética, pretendieron demoler el monumento, se utilizó propaganda para que el simbolismo idílico, se amoldara a la ideología soviética,cuando caminaba por la avenida y lo veía hacerse más grande, me acordé de la frase de Lenin "La libertad es un bien tan valioso que hay que racionarlo". La Compañía de los Guardas de Honor de la sede del batallón de las Fuerzas Armadas Nacionales, están encargados de cuidar el monumento, excepto cuando la temperatura sea menor a -10º o mayor a 25º, por lo que cuando yo fui, no estaban, es curioso que para ser guardia, aparte de gozar de buena salúd para estar parado, inmovil como una estatua viviente durante un buen rato, tiene que medir como mínimo 1,82 m. Para que no se demoliera el monumento, se argumentó que las tres estrellas, son los tres paises bálticos (Estonia, Letonia y Lituania) sostenidos por la Madre Rusia. La estatua de la parte superior es conocida popularmente como Milda, un nombre de mujer muy de moda entre los letones, durantes las Guerras Mundiales.

Fue una musa inspiradora, como una estrella mostrándome el Norte en una noche clara, pero lo admirable no es que existan las estrellas sino que el hombre haya podido dar cuenta de su existencia.

domingo, 15 de junio de 2008

La máquina del tiempo

¿Qué es la expectativa? Es esperanza de que algo pase. La probabilidad de que algo nos defraude es directamente proporcinal a las expectativas que tenemos, y esto es así en todos los aspectos de la vida, mientras más alto construimos esa escalera de subjetividad, basada en la razonable posibilidad de que algo nos deje la mandíbula por el piso o el entrecejo fruncido,peor puede ser la caída.
Llegué de San Petersburgo a las 5:30, la terminal abría a las 6, tenía dos posibilidades quedarme sentado en la puerta con -20º esperando que abra y dormir ahí hasta las 8 y salir con menos frio, más luz, un mapa y plata a buscar un lugar donde quedarme, opción 2 buscar un hostel abierto a las 5:30. La primera temporada de A Prueba de Todo me enseñó que no era conveniente quedarse sentando con el culo en la nieve 1/2 hora, así que cargué la mochila y salí. El hombre es un animal social, un animal de costumbres, autodomesticado que concedió libertad por protección, que reprime los impulsos e instintos,que afloran en algunas situaciones, y mi instinto me guió para donde creí que era el centro, como un bicho sigue la luz y se pega al televisor, yo seguí las luces y fui pasando de las casas bajas de los suburbios a los edificios de cristal y acero, signo del progreso de una Nación, que en los últimos 100 años pasó de provincia del Imperio Ruso a país independiente, República de la Unión Soviética, país independiente y ahora miembro de la Unión Europea. 1 hora más tarde llegué al Viejo Centro histórico y como un borracho busca su casa, sabiendo que está cerca pero no donde, yo buscaba mi hostel comparando los carteles con impronunciables nombres de las calles y la dirección escrita en tinta negra sobre una servilleta. Cerca de las 7 estaba metido en la cama, para levantarme 1 hora más tarde.
Pasar de la cama al 1300 es un shock bastante grande. Sentir la nieve en la cara, mientras las botas marchan firmes por las viejas calles adoquinadas rodeadas de murallas que encierran castillos, el olor del vino caliente y las almendras al tostarse ,el martillo del herrero moldeando el acero sonando al unísono con el canto gregoriano a capella que festeja la navidad ortodoxa, los personajes saludando a los turistas vestidos en sus trajes típicos, impregnan el ambiente y los sentidos de un aura medieval. Esas murallas que hace décadas no dejaban ingresar lo foráneo, lo forastero, hoy no deja salir lo propio, esa esencia que lo hace ser lo que y y poder trasladar a alguien en el tiempo y atrapó a Tallin en un burbuja.
Desde la entrada de Estonia a la UE, Tallin cambió más en los últimos 5 años que en los 100 anteriores.
El centro histórico de Tallin, la Raekoja Plats es una reseña medieval y tomó importancia desde el siglo XI y es dominada por el Ayuntamiento, que ha sido testigo del ajetreado mercado y las más desopilantes actividades sociales por más de 700 años, aún hoy sigue siendo el edificio más representativo de Estonia. Desde 1530 en la cima de la torre contó con una veleta de un guerrero estonio, conocido como el Viejo Thomas, el modelo fue un campesino, que se destacó en un concurso de tiro al blanco con flechas ígneas organizado por la elite báltica de la época, debido a su pobre estatus social de nacimiento, no pudo recibir el premio, pero Thomas fue recompensado, con el trabajo de guardia del pueblo de por vida, para luego ser inmortalizado en bronce y vigilar a Tallin y sus ciudadanos. Durante los Bombardeos de Marzo, de la Segunda Guerra Mundial, la veleta fue destruida, para instalar una copia en 1952, una tercera se hizo hace poco más de una década para poder atesorar la anterior en el Museo de la ciudad.
Al norte de la plaza está Raepteek, una institución de la vieja Tallin, la farmacia o apotecario, que se honra de tener el título de la más antigua de Europa, siempre ocupando el mismo lugar desde hace 6 siglos. Entre las curiosidades que se vendieron a lo largo de su historia las más remarcables fueron una especie de licor de momia, pociones hechas de polvo de abejas, erizos, murciélagos, piel de serpiente hasta se mencionaba polvo de cuerno de unicornio. Su popularidad hizo que vendiera distintas bebidas alcohólicas, aún se recuerda con cariño cuando llegó el primer permiso para importar 400 litros de coñac francés, también vendía papel, pólvora, antorchas, comida y cuando el tabaco fue introducido en Europa, esta farmacia fue una de las primeras en poder distribuirlo.

En su historia Tallin contó con una fuerte influencia escandinava, debido a la conquista danesa de 1219. Como muestra está se construyó la Iglesia San Olaf, la leyenda cuenta que su constructor cayó de la la torre y cuando su cuerpo golpeó el suelo de su boca salieron una serpiente y un sapo. Llegó a ser el edificio más alto del mundo, y rompiendo con la lógica (además de con el propio edificio) fue golpeada 8 veces por un rayo, mientras que en la época de los soviéticos se la utilizó como torre de radio. En la ciudad también encontramos otras iglesias muy interesantes, como lo son la Catedral de Santa María y la Iglesia de San Nicolás, todas ellas luteranas. Mientras que por el otro lado el legado de los zares rusos, dejó una marca en la ciudad, en el clásico estilo ruso y una de las iglesias ortodoxas más impresionantes, un racconto de lo que había vivido en Rusia pero el preludio de lo que no volvería a ver, fue saber que mi paso por Rusia ya había acabado.
La Catedral Alexander Nevski fue hecha en honor al patrono del mismo nombre, por su victoria en la batalla del Lago Peipus. Fue construida en la cima de la colina de Toompea, donde el épico Kalevipoeg fue enterrado.
Al frente está el Castillo de Toompea, que fue construido de madera cuando corría el S.X, por los residentes del antiguo país de Rävala, y se cree que fue la primer area habitada de lo que sería Tallin. Luego fue tomado por los daneses, en una cruzada encargada por el Papa, que fue conocida como la batalla de Lyndanisse, en la que los daneses se encontraban en una situación apremiante a punto de caer y lo que cayó del cielo fue la Dannenbrog (bandera de Dinamarca), renovando sus esperanzas e impulsándolos a la senda de la victoria. Actualmente se le han hecho modificaciones, que cambiaron en parte su aspecto medieval, por un barroco pintado de rosa que albergar el Riigikogu, que es el parlamente de Estonia. Es emocionante ver como se iza la bandera cada mañana para ser retirada al ocaso, mientras se entonan las estrofas del himno nacional.


Con Tallin hicimos un intercambio, un pacto, yo me quedé con una parte de ella y una parte mía quedó allá, porque la ciudad más grande es la que mis pasos crean al caminar.

jueves, 15 de mayo de 2008

San Petersomnum

Detrás de toda Gran Imperio hay una Gran ciudad, detrás de toda Gran ciudad hay un Gran Hombre, y detrás de todo Gran Hombre hay una Gran idea. Durante su infancia Pedro el Grande llegó a odiar Moscú y sus boyars (aristocráticos), por lo que decidió crear una ciudad totalmente nueva, una puerta de Rusia al Mundo, para sacarla del estancamiento soporífero.
Imagínen que tienen la posibilidad y los recursos para hacer la ciudad perfecta, planeada, diseñada y decorada totalmente a gusto, fue el sueño de Pedro y nos sumerge en un mundo onírico.
San Petersburgo, creció con rasgos extravagantes del romanticismo italiano, que todavía guarda entre sus edificios que florecieron junto con la prosa de Gógol, el misticismo que le impregnó Dostoyevsky,y los canales que se llenan con el imponente río Neva,que sus aguas ahogarían a Rasputín. Puerta y puerto de la ciudad al Mundo.

Mi tren llegó cerca de las 11 de la mañana, y tomé el Metro directamente a la calle Nevsky Prospekt, la principal arteria de la ciudad, por la que desfiló la historia del Imperio, enmarcada por palacios y puentes, fue el punto de conexión, el lugar en donde nobles, pobres, marginados, líricos eran a lo largo de sus 4 kilómetros iguales.
Cargado con mi mochila avancé contra la Catedral de Kazán, a primera vista me pareció conocida, por lo que preferí verla antes que dejar las cosas. Columnas en semi-círculo y un estilo arquitectónico diferente al de todas las iglesias ortodoxas, parecía una iglesia católica, un par de semanas más tarde en la Santa Sede, cuando vi la columnata de Bernini de San Pedro me di cuenta que no era un dejà vú. Su construcción llevó más de 10 años, después de la Revolución Rusa del 1917 fue cerrada hasta el 32, cuando se la reabrió como un museo de la historia de la religión y el ateismo, en 1992 volvió a retomar su función original.

La Iglesia del Salvador de la Sangre Derramada, lleva su nombre a que fue empalizada en el lugar donde se le dio muerte al Zar Alejandro II, cuando un anarquista conspirador le tiró una bomba mientras pasaba por un canal. Es una versión moderna de San Basilio en Moscú, como arrancada de un sueño postmoderno moscovita, impuesta como una anomalía estilistica entre tanto clasicismo, una procesión de colores que ocupan solemnemente su lugar como piezas en un rompecabezas mágico, haciendo un culto superfluo de una muerte pero imprimiendo en en el alma su imagen de cúpulas acebolladas. También se la conoció como la Salvadora de papas, ya que durante el asedio nazi y mientras el pueblo moría de hambre, fue usada como almacén de papas.

La otra Catedral de importancia de San Isaac, cuya estructura gigantesca (más de 100 metros de alta) fue criticada, los más conservadores pensaban que era demasiado para un lugar cuyo principal objetivo era el culto, no así la pomposidad que representaban sus puertas de roble y bronce de 20 toneladas y su suntuoso interior rico en oro, bronce y mármol capaz de albergar a 14 mil almas. Durante la era soviética se cambió la escultura de la paloma, símbolo de la libertad por un péndulo de Focault, que sirve para demostrar la rotación de la tierra, esto fue un golpe bajo a la religión, un elemento que de la fría física, de ese universo inanimado y estático. Comprobable y mesurable, con miles de explicaciones y variables como opuesto a la religión elemento existencia, sobrenatural, laxo, con una explicación en dos letras. Y por supuesto el paralelismo de la libertad y el control, que como un péndulo que se mueve siempre en las mismas direcciones, así debía ser la voluntad del hombre, ahora incapaz de responder a sus impulsos.

La historia tiene la bondad de convertir insignificante para nuestros ojos en algo grandioso para nuestra mente. Como lo es el Caballero de Bronce, una estatua ecuestre de Pedro el Grande, tiene su nombre en honor a un poema de Alexander Pushkin. El principal tema del poema, es el conflicto entre las necesidades del estado y las necesidades de los ciudadanos ordinarios.
"En el poema que da nombre al monumento describe la suerte del pobre joven Yevgeny y sus allegados durante una inundación en la que el Río Neva se desbordó. Yevgeny maldice la estatua, furioso contra Pedro el Grande por construir la ciudad en un lugar tan inseguro y hacer pasar a su familia aquellas penalidades. La estatua cobra vida y lo persigue a través de toda la ciudad. Posteriormente Yevgeny trata a la estatua con reverencia y respeto." Llevó 12 años hacer la estatua, la que tuvo varios procesos de fundido, que muestra a Pedro montado heroicamente sobre su caballo, apuntando triunfante al Neva corriente de vida de la ciudad, al borde del amenazante acantilado. Como pedestal se usó lo que se cree la piedra más grande jamás movida por el hombre. La mole granítica de 1500 toneladas fue arrastrada por 6 kilómetros por medio de fuerza humana y luego trasladada en barco. Dice la leyenda que mientras la estatua se mantenga en pié, ninguna fuerza enemiga será capaz de tomar la ciudad. Durante los 900 días del Sitio de Leningrado, la estatua fue cubierta por bolsas de arena y una estructura de madera, para que pase desapercibida para los atacantes y permaneció todo el asedio sin recibir ningún daño y San Petersburgo puede afirmar que nunca ha sido tomada.

La plaza del Palacio, es la principal plaza de la ciudad , fue la principal plaza del Imperio, donde el sueño de la ciudad perfecta tomo forma, color y dimensión en ella se desencadenaron eventos de significancia a nivel mundial como fue, el Domingo Sangriento, en la que la guardia real fusiló a manifestantes pacíficos, lo que desencadenó varios años más tarde, 1917, en la Revolución rusa, en la que los bolcheviques, de la mano de Lenin y de León Trotsky en Petrogrado (Uno de los nombres que tuvo la ciudad, posteriormente conocida como Leningrado, pero un referéndum después de la caída de la Unión Soviética le devolvió el nombre original).
La entrada por su arco del triunfo es a primera vista un como un espejismo, pero mientras nos acercamos se convierte en un oasis. En el centro se levanta la Columna de Alejandro, en honor a la victoria en la invasión napoleónica. Es más alta en el mundo en su tipo, con 47.5 m y coronado por un ángel con una cruz, cuyo rostro guarda gran parecido con el del Zar Alejandro I y sin grúas, ni tecnología moderna llevó el sudor de 3000 hombres levantarla.
Un museo según la Real Academia Española es: "Lugar en que se guardan colecciones de objetos artísticos, científicos o de otro tipo, y en general de valor cultural, convenientemente colocados para que sean examinados." El Hermitage es mucho más que eso, el Hermitage es historia, historiador, guía y museo. Su fachada fue testigo del crimen y del castigo, de la historia, por sus pasillos se pavonearon generaciones de los hombres más importantes del Mundo, cada rincón no solo vió la historia, sino que la vivió y fue parte de ella y cada de una de sus molduras clasicistas nos muestras estos acontecimientos del pasado.
Comenzó como una colección privada de la Zarina Catalina de 255 cuadros y hoy alberga más de 3 millones de piezas, repartidas en 400 salas. El valor que posee es incalculable, pero aún menos el histórico, siglos de cultura, la habilidad de las manos de Van Gogh para dejar sobre el lienzo sentimientos capaces de emocionar a los esculturas griegas más perfectas, esculturas que fueron como mapas del cuerpo humano para Rembrandt, que luego Picasso distorsionaría en la explosión de colores que fue el cubismo, probablemente influido por el fauvismo de Henri Matisse.


El sueño de Pedro, como el deseo megalómano de Raskolnikov de llegar a más, el lo logró, un salido de la imaginación para volver al sueño, el de viajero que recorre el Neva cuando la ciudad se viste de dorado.

miércoles, 2 de abril de 2008

Moscú + 60º

"¡Caer está permitido. Levantarse es obligatorio" Es uno de los proverbios rusos más populares y se aplica perfectamente a la historia reciente, podría volver 861 años, al 1147 a la fecha en que Yuri Dolgoruki fundó la ciudad, pero poco tendría que ver con el Moscú de hoy. Una ciudad que sufrió los vientos del cambio, de monarquías absolutistas a los regimenes mas severos y que hoy se debate en el capitalismo salvaje, entre personas con herencia comunista, orgullosas de su pasado y ambiciosas en su porvenir.
De un tamaño inhumano, hogar de 14 millones de almas, por sus calles transitó la historia moderna. Vulgar y decadente, espléndida y resplandeciente, en una sinergia que hace que las partes sean mucho más que el todo, en una manera muy díscola que se respira en el aire. La Biblia y el calefón.
Estéticamente, con la revolución de octubre de 1917, el derrocamiento del Zar Nicolás II, el ascenso de los bolcheviques al poder de la mano de Vladimir Lenin y León Trotsky, la formación del Partido Comunista y la posterior creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Todo esto llevó a la política Roja, o Comunismo de Guerra, en el que el gobierno controló y planificó la industrialización, haciéndola muy fuerte. Los piatiletkas de Stalin, arrastraron a Rusia al Siglo XX, lo que significó el crecimiento económico más grande de la historia, así también la masacre no sale del top ten, cuando Stalin murió, la URSS contaba con todo un arsenal de armas nucleares y la mitad de Europa como países "satélites", creando un magnetismo innegable con su figura, ya sea por adhesión o aversión, Jruschov llegó a llamar esto "Culto a la personalidad".Después vino la perestroika y el glásnost una política de apertura hacia los medios de comunicación, con transparencia informativa, permitiendo la libertad de expresión y de opinión. Pero con políticas no se borra todo el sistema, y quedó evidenciado en las construcciones en masa que están a lo largo y a lo ancho de toda la ciudad. Otro de estos vestigios del socialismo, son Las 7 hermanas, aunque prefiero decirles los rascacielos de Stalin (es un título que no parece sacado de una película de Disney por lo menos), que son un conjunto de 7 rascacielos (valga la redundancia) de estilo barroco ruso y gótico, para conmemorar el 8vo centenario de la ciudad, uno quedó sin construir este iba a medir 389 metros y estaría coronado con una estatua de Lenin de 100 metros más (de haberse hecho seguiría siendo hoy en día el edificio más alto del Mundo), sus mastodónicas formas dominan el horizonte moscovita.
"Sigo el Moscova, abajo hacia el parque Gorki...soldados que pasan, escuchando el viento del cambio", vientos que le imprimieron personalidad, una ciudad intimidante, de frío concreto como el temperamento de las personas que pululan por sus rincones, que coquetea en la memoria lo ambiguo de los buenos y malos recuerdos, en una experiencia fascinante por una de las ciudad más impactantes. La letra de la balada de Scorpions se podría aplicar al caso, si seguimos a Klaus Meine, llegaríamos a la Catedral del Cristo Salvador de Moscú, la iglesia ortodoxa más grande de Moscú, su construcción duró casi medio siglo, y abrió en 1883, pero en 1931 fue explotada hasta los cimientos (más de 2000 monumentos fueron destruidos), porque en su plaza se erigiría el 8vo de los rascacielos de Stalin, el Palacio de los Sóviets , su lugar lo ocupó luego una gran pileta pública. Hace 20 años, se creó una fundación para la reconstrucción de la iglesia. Basándose en lo que había quedado de los planes de la anterior, se emprendió el ambicioso proyecto de 360 millones de dólares para este monumento único, su profuso interior genera paz que solo se rompe con la plegaria del sacerdote ortodoxo a los feligreses. Resumiendo, pasó de Catedral a proyecto del edificio más imporatante del Mundo a pileta y de nuevo a Catedral...Algunas cosas no las entiendo del todo
Museo del arte del socialismo/palacio subterráneo, son algunos de los apócopes del subte de Moscú, o Metro como le dicen los moscovitas, casi 10 millones de personas lo usan a diarios para moverse por la urbe, 293 kilómetros, 12 líneas, 176 estaciones, lo hacen aparte de una obra de arte, una obra de ingeniería, todo el crédito es para el Partido Comunista. Los mejores artistas rusos, italianos, letones lo decoraron con opulencia, en las estaciones más concurridas el tren pasa cada menos de 30 segundo, con escaleras mecánicas interminables, que tardan aproximadamente 3 minutos en llevarnos, los rusos leen, escriben, siguen con su vida mientras la escalera los lleva a las puerta del crudo invierno (en pleno apogeo de lo nuclear, la profundidad y vastedad, servían como refugio). Cuando salí del aeropuerto en tren y llegué a la estación Kievskaya, me sentí en la URSS, perdido en un mar de cirílico, viendo la gente enfundad en piel, la hoz y el martillo inmortalizadas en el mármol, junto a la figura desafiante de Lenin.

Palpablemente el corazón latente de Moscú y de toda Rusia, impresionante por su masividad y significado, la Plaza Roja. Su belleza creció notablemente cuando Iván el Terrible, decidió construir la Catedral de San Basilio, escribiendo una página dorada en la historia de la arquitectura, para festejar la victoria sobre los tártaros. Llamada así en honor al Santo descalzo Vasily el bendito, quién predijo la condenación de Iván y que este mataría a su propio hijo. Formada por 9 capillas coronadas con cúpulas abulbadas, en una conjunción imposible de colores, que recortan su figura en el cielo, materializando una imagen difícil de creer, brillando con el eterno resplandor de lo que es sin duda una de las construcciones mejor concebidas de la historia de la humanidad. Reza la leyenda que Iván deslumbrado, hizo que le sacaran los ojos al arquitecto, para que no pueda crear algo similar. En el frente, en un pedestal granítico, se encuentra el monumento a Minin y Pozharsky, en honor a aquella gesta bélica histórica que acabo con la expulsión de los polacos en 1612. A un lado y al frente de la plaza se encuentran el GUM y el Museo Estatal de Historia, el primero fue originalmente uno de los grandes almacenes de la Unión Soviética aunque parece un palacio, actualmente es el centro comercial más grande de Rusia donde se venden la marcas inasequibles para el "soviet" común y silvestre, el segundo llama la atención por su fastuosa ornamentación y su característico color carmesí.
El Mausoleo de Lenin, es el Ground Zero, para todos los comunistas nostálgicos, el mítico lugar donde descansa embalsamado en rojo terciopelo desde el año de su muerte. Adentrarse en el oscuro pasillo, sin emitir sonido ni frenarse, contemplando la cerosa figura, que aún hoy despierta veneración es sin más palabras increíble.

El Kremlin, cuya traducción sería ciudadela, es un lugar lleno de mística, sobre todo después de la Guerra Fria, donde fue el nervio del espionaje soviético, símbolo de poder. Sirvió de oficinas personales de Lenin y Stalin, aunque su historia se remonta a 1331, pasando a ser más tarde la residencia del príncipe de Moscú, que sufrió numerosas modificaciones, la última de importancia fue el cambio de las águilas, símbolo de los zares, por las estrellas con puntas de rubí símbolos del partido comunista. En su interior cuenta con 4 Catedrales, la de más importancia es la Uspenski ya que se halla donde estaba el primer templo de Moscú, allí se coronaban zares. La de la Anunciación, en principio sirvió como capilla de la casa del gran príncipe y era tricéfala, por las sucesivas expansiones llegó a tener 9 cabezas, por lo que pasó de ser una modesta capilla al templo de la familia del Zar. En la Catedral del Arcángel Miguel se enterraron a los zares y se festejaron las victorias del ejército ruso.
Como ejemplo de la megalomanía de los rusos tenemos Tsar Pushka y Tsar Kolokol, el cañon y la campana más grandes del mundo, se dice que ninguno de los dos fue utilizado , el primero pesa 38 toneladas, la segunda pesa 216 toneladas( Una ballena azul, no llega a pesar 200), ambos están finamente ornamentadas, con motivos reales.
También encontramos el Palacio Estatal del Kremlin donde sesionaron los congresos del Partido Comunista de la Unión Soviética y se celebraban las sesiones del Soviet Supremo de la URSS, en la enorme sala con capacidad para 6000 personas, con traducción instantáneo en casi 30 idiomas. También encontramos el Gran Palacio . Todo esto rodeado de las rojas murallas, con sus 18 torres.

La canción de Scorpions sigue con "Llévame a la magia del momento. En una noche de gloria...", no encontré mejores palabras para resumir el 31 de diciembre, observando entre la multitud que el reloj de la torre Spasskaya diera las 12. Cuando sonó el primer campanazo del 2008 se desató una lluvia de fuegos artificiales, plasmando en el cielo una imagen imposible hasta en el pensamiento más creativo. La diferencia de temperatura entre Buenos Aires el día que salí y Moscú, era de -60º, pero parecía al revés.