Ladran Sancho, cabalgamos al Este

Obviamente no voy a compararme con el Quijote, a quien se le atribuye parte de la frase, tampoco voy a tener en mi viaje, a un fiel escudero como era Sancho Panza. Pero esta frase representa un idealismo utópico, la de sobreponerse a los problemas y poder superarlos, un ejemplo de esto era el caballero de la triste figura, arremetiendo contra molinos de viento.

Entre el 29 de diciembre de 2007 y el 14 de febrero de 2008 voy a viajar por Europa del Este.
El primer destino va a ser Rusia, con su inmenso y oscuro territorio, y su sangrienta historia.
Conociendo las dos caras de la moneda, Moscú,intimidante, con sus más de 10 millones de almas, motor de la economía rusa y por el otro lado San Petersburgo, la ex capital del imperio ruso, que aun conserva todo el esplendor de su época dorada.
Los paises bálticos, Estonia, Letonia y Lituania, tres paises en crecimiento que están saliendo del letargo impuesto por el comunismo, mezcla de restos medievales, contrucciones ortodoxas, la uniformidad del comunismo y el vidrio y acero de los rascacielos por el libre comercio, están haciendo de estos lugares los destinos de moda de los europeos.
Con una historia llena de guerras, invasiones y ocupaciones extrangeras, Polonia ha creado una ideosincrasia única, basada en el nacionalismo y una identidad cultural muy fuerte y arraigada. Uno de los puntos fuertes para conocer, son los campos de concentración Nazis de Auschwitz y Birkenau, donde más de 1.5 millones de personas fueron brutalmente asesinadas en las condiciones más inhumanas.
En 1993 después de la división de Checoslovaquia se formaron dos paises independientes, la República Checa y Eslovaquia. Ambos con catillos y palacios, poderosas familias e individuos cuya poderosa influencia personal se impulsó más allá de los límites del país. Praga, dicen que es la ciudad más linda del Mundo, esperemos y Bratislava, una ciudad impregnada de olor a café y que se mueve al ritmo de su música folk.
Austria, la cuna de los Hasburgo, una de las dinastías más importantes de la historia y cuna también de Wolfgang Amadeus Mozart, el genio máximo de la música clásica.
Más allá de su lengua incomprendible, Hungría tiene mucho que ofrecer, debido a la influencia histórica sobre Budapest a lo largo de su historia, desde el orden alemán, pasando por la opulencia de los baños turcos, el elemento culinario, aportado por sus vecinos vieneses, las sobrias lineas del socialimos, la elegancia de los Hasburgo, el silencio de los judios, las tabernas de los balcanes y el único espíritu de los magiares.
Rumania la tierra de Drácula, con las montañas de Transilvania cortando el país al medio, la elegancua gótica de sus pueblos y la ferviente reconstrucción del país por del dictador Ceausescu, la convierten en uno de los destinos ideales para este viaje.
Bulgaria es un país que esta cambiando muy rápido, pero aun quedan muchos vestigios de la era Soviética, si bien no tiene una atracción estelar, todo gira al rededor de su vívida capital Sofía.

Una parada probable, es la tierra del Gran Conquistador Alejandro Magno, pasando por Skopje, la capital de Macedonia.
Por último Serbia, que aun se esta despegando de la figura de Slobodan Milosevic, aun pungando por la independecia de Kosovo, y la reciente guerra y separación con Montenegro, esta golpeando en las puertas de Europa, pero con todo esto en la memoría de las personas por el colapson de Yugoslavia.
Entonces básicamente el viaje pasa por un recorrido del comunismo, y sus repercusiones, y como se movía el mundo detrás de la cortina de hierro, los horrores del holocausto, las dictaduras de los balcanes. Pueblos golpeados que, como el Quijote siguen adelante.

Поехали! fue la frase dicha por Yuri Gagarin, el cosmonauta soviético, símbolo de un época y de un lugar y de la era espacial, cuando despegaba el Vostok I y lo convirtío en el primer hombre en entrar en órbita. Actualmente se lo utiliza en la cultura rusa, antes de empezar un proyecto complicado y arriesgado, y en este momento me quiero decir Поехали!

Rio Cuarto, Córdoba 19 de diciembre de 2007